viernes, 23 de marzo de 2012

Siempre queda algo

No sé si por una de las partes o por ambas, pero pasa X tiempo (sin ver/saber de alguien) y ese pequeño y bonito recuerdo (porque aunque acabara mal, lo fue) vuelve a renacer dentro de ti sin ni siquiera pararte a pensar en si puedes evitarlo. ¿Por qué?

Como bien dijo esta semana Ferrán López (Director Deportivo del Mad-Croc Fuenlabrada)  - "Las redes sociales están haciendo mucho daño". 




¡Y tanto!

Esa frase, palabra o las ya habituales fotografías con el móvil pueden llegar a producir cierto malestar, tristeza, o pequeña molestia en la anterior media naranja (haya rehecho o no su vida, esas manifestaciones no hacen más que avivar la llama que hubo en su momento o revolver el estómago)

Pero siempre queda algo.

Es recomendable desactivar o incluso borrar de tus contactos a esa persona, pero claro, el destino es caprichoso y te cruzas con ella por la calle, en la Universidad, coincidís en el gimnasio, charláis, os ponéis al día y sin darte cuenta has quedado para tomar algo mañana por la noche. Pasadas 48 horas, vuelves a activar y a desbloquear su perfil si es que no tuviste cojones a hacerlo antes. 

Ya comenté algo parecido el año pasado y la recomendación que recibí fue "estar entretenido, hacer cosas, y con el tiempo te olvidas". 

Pues a día de hoy, sigo en desacuerdo porque sgue quedando algo y no encuentro la manera de que desaparezca.