Eso que me falta, que recuerdo cuando mi mente está despejada y observo por la ventana.
Con la primavera, salimos a la calle para disfrutar del buen tiempo, paseando o simplemente manteniendo una conversación en el banco de un parque. Pero en cualquier lugar o momento, me persigue, me acecha, me atormenta. Incluso la letra de alguna canción entra en mis oídos como puñal en el pecho.
Por suerte o por desgracia, vivo con la ausencia hace ya tiempo (mucho diría yo) y lo voy asumiendo, ¿el motivo? ¿la razón? No estoy seguro, aunque no quiero perder la esperanza, ¿la encontraré? El tiempo lo dirá.
Si no nos aferramos a esa esperanza ¿qué nos queda? Lo peor es esa sensación y angustia diaria que acaba en una rutinaria monotonía y la impotencia de ver que no sales de ahí...pero bueno no hay que rendirse (o eso quiero creer)
ResponderEliminarUn abrazo gañan
La esperanza es lo último que se pierde (o eso dicen)
ResponderEliminarTod@s tenemos altibajos en nuestra vida diaria, a fin de cuentas somos seres humanos.
Un abrazo